martes, 1 de enero de 2013

Lo que presencié en uno de los espectáculos más bonitos del mundo: ¡Fin de Año en Copacabana!


Fotos: Pablo Fuentes

Aquí abajo, en la avenida, en la acera y en la arena de Copacabana, Rio de Janeiro, 2,3 millones de personas se reúnen. Gente que se aprieta, se exprime, se abraza y se mueve escuchando el sonido de los Djs que calientan el ambiente para el gran espectáculo que será realizado en el escenario principal, enfrente al Hotel Copacabana Palace. ¡Faltan 5 minutos para la medianoche!

Copacabana - 01.01.2013 - 00h01
Allá en el escenario montado en la arena, juegos de luces coloridas, reflectores y panel LED, sonido impecable, bellas y bellos bailarines y bailarinas con ropas o casi sin ellas, y lo mejor de la música brasileña tocada por Djs muy buenos, que se esmeran en los ritmos y hacen bailar a la multitud. Corazones acelerados por todas partes. ¡Faltan 4 minutos! 

Allá en lo alto, en los lujosos edificios de la orilla del mar, los balcones y las ventanas están llenas de gente, como nunca se había visto antes. Todas las luces encendidas, y las familias de blanco bailan, se abrazan y lanzan globos de fiestas, unos llenos de gas que desaparecen en el cielo, y otros de descienden lentamente hasta ser explotados por la multitud que los espera en el suelo. ¡Faltan apenas 3 minutos!

Aquí abajo se ven besos y abrazos, y más saludos. Unos andan rápido, sin ningún rumbo, siguiendo corrientes humanas que fluyen en medio de la multitud, mientras que otros se van acomodando, muy apretados, ¡en proporción no menor que dos por metro cuadrado! Abrazados, marido y mujer, padres e hijos, novios y novias, amigas y amigos, mujer con mujer, hombre con hombre, todo es permitido, todo siendo bendecido. ¡Faltan tan solo 2 minutos!

Muchachas cubanas en Copacabana
Allá, sólo Dios sabe dónde, por todas partes, en los transbordadores cargados con toneladas de fuegos artificiales, atrás del escenario, debajo de los edificios, discretos entre la multitud, donde pocas veces los vemos, miles de profesionales trabajan para garantizar el gran momento mágico que en poco tiempo llegará. Y reciben la orden que viene... !de cualquier reloj! ¡Todos listos! La adrenalina va hasta el límite. ¡Finalmente llegó el momento, el año va a terminar, el espectáculo va a empezar! ¡El minuto final del año pasa volando!

Faltando 10 segundos para finalizar el último día de 2012, un gigantesco coro de 2 millones y medio de voces cuenta en voz alta: 10, 9, 8... 4, 3, 2... ¡Unooooooo! ¡Y entonces todos los corazones explotan!

Vuelan por el aire tapas de vinos espumosos que se derraman en el piso, y se escuchan gritos, se ven sonrisas, brindis, llantos, besos y abrazos apretados, y ojos que se deslumbran ante los fuegos, fuegos y más fuegos artificiales que realizan inenarrables dibujos luminosos y coloridos en el cielo, !sin parar ni un instante siquiera durante más de 16 minutos! Al final, aplausos, muchos y merecidos aplausos. El espectáculo fue realizado, ¡todo salió bien! Y empieza entonces, allá en el escenario, el concierto con artistas famosos.

Es lo que consigo contarles sobre lo que presencié durante uno de los más bonitos y deseables espectáculos del mundo. Estábamos allá, esperando el año nuevo en Copacabana, yo, mi esposa, mis dos hijos, y otros 2,3 millones de privilegiados. ¡Fantástico espectáculo, felicidades a los profesionales responsables por ese evento! ¡Feliz 2013 para todos nosotros!

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