domingo, 13 de enero de 2013

Como la "tensión pre evento" afecta a los profesionales del sector

Reproducción: pintura de Oswaldo Guayasamín

Es natural que en profesionales de eventos ocurran cambios de comportamiento, en mayor o menor grado, más o menos visibles, vísperas de la realización de un evento en el cual tengan que asumir responsabilidades que demanden energía y concentración fuera de lo común. Es la llamada “tensión pre evento”, una especie de estrés específico que afecta a unos más que a otros, pero que afecta prácticamente a todos esos profesionales.

Usted escucha que dicen: “¡Fulano está pesado hoy!” “¡Está extraño!” “¡No sé quién se está pensando que es!” Pero no es necesariamente eso. Ese profesional puede estar apenas un poco cansado o concentrado en lo que está haciendo. Debe estar organizando y repasando constantemente un extenso “check list mental” en el cual constan decenas de compromisos, tareas y plazos que no pueden ser postergados, así como diversos procedimientos. Un simple descuido o un pequeño olvido pueden echar todo a perder.

En esa condición, ese profesional pasa a estar menos accesible para aquellas conversaciones superfluas del día a día, se muestra menos interesado por asuntos que lo alejen de su objetivo principal, y a veces su habitual convivencia social pasa a ser también un poco perjudicada. Pero no lo juzgue de forma equivocada. Él puede estar haciendo lo que es correcto. Todo va a depender del equilibrio o inclusive de la inteligencia emocional con la que ese profesional pueda estar actuando.

Tensión en exceso produce más adrenalina que lo necesario, llevando al profesional a asumir comportamientos inadecuados y a tomar decisiones equivocadas. Pero la ausencia de esa tensión puede convertirse en un factor desmotivador que comprometerá mucho el desempeño necesario. Por eso la importancia del equilibrio, de la dosis, de la administración coherente de las emociones, de que todo ocurra realmente en la medida correcta.

Es eso mismo, tratar con la “tensión pre evento” es también una cuestión de equilibrio emocional, y ese equilibrio es uno más de los tantos desafíos que deberán ser enfrentados por los profesionales de eventos, otra de las dificultades que deberán ser vencidas. Por eso, nada mejor que actuar con la natural sabiduría y coraje que caracteriza a los profesionales del sector, pues, a final de cuentas, la “tensión pre evento” no es para los débiles, ella fue hecha, a la medida, para los profesionales de eventos.

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